sábado, 8 de agosto de 2015

"Casi todos" los beneficios del vino

Desde la primavera, coincidiendo con plena operación bikini, hemos estado leyendo que unas buenas copas de vino tinto pueden sustituir las sesiones de gimnasio. Este titular queda muy bonito, e incluso quizás alguien llegue a creérselo, pero nada más lejos de la realidad.
Sin duda, el vino tinto favorece a la hora de no engordar pero poco más en este sentido. Sin embargo no podemos quedarnos con una sola de sus propiedades, así que vamos a ver para cuantas cosas buenas nos va a venir tomarnos esa copita:

1.- Ayuda contra la grasa: El consumo de vino tinto activa la función de un gen que impide la formación de nuevas células de grasa y ayuda a movilizar las existentes. Aunque contiene siete calorías por gramo contribuye a reducir la obesidad y el sobrepeso al envejecer.

2.- Combate las bacterias bucales: Desde hace siglos se han tratado con vino las infecciones de las encías, y realmente tiene un fundamento científico. Al parecer, algunos compuestos frenan el crecimiento bucal de los estreptococos y bacterias vinculadas a las caries, además del de otros asociados a la gingivitis y dolores de garganta, combatiendo con las bacterias del tracto superior respiratorio. Aunque por otra parte hay que tener cuidado con los vinos tintos si no queremos acabar teniendo unos dientes marrones 


3.- Mejora de la función cognitiva: El consumo moderado de vino mejora el funcionamiento del cerebro y, en pequeñas cantidades, previene la demencia. Parece que se debe a que la elevada presencia de antioxidantes en su composición reduce la inflamación, impiden que las arterias se endurezcan e inhiben la coagulación, lo que mejora el riego sanguíneo. Se trata por tanto de un anticoagulante natural, algo que también va bien como veremos más adelante para prevenir enfermedades coronarias.

4.- Placer cerebral: Al beberlo se liberan endorfinas en dos áreas del cerebro, aumentando la sensación de placer. Además, si la luz ambiental es roja o azul el placer y el sabor del vino son mucho más intensos que cuando esta posee tonalidades verdes o blancas. Y si ya lo acompañas de un buen trozo de queso o paté no te quiero contar....

5.- El gimnasio embotellado: El resveratrol, también conocido como "la molécula de la eterna juventud" de la uva, disminuye las consecuencias negativas de la vida sedentaria. Pero no seamos sensacionalistas, para alcanzar unas dosis significativas tendríamos que beber cientos de litros de vino, por lo que aunque no deja de ser algo bueno no podemos pensar en cambiar el ejercicio por tomarnos una copa en el sofá. Además, hay que poner entre comillas las bondades de esta molécula, que daría para escribir un post entero, sobre la que existe bastante controversia (¿producto de marketing o realidad?).

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6.- Potenciador de sabores: Tomado durante la comida, el vino ayuda a percibir mejor los sabores que cuando esta se acompaña con agua. Esto se debe a sus propiedades astringentes, que evitan la excesiva sensación de grasa causada por alimentos como las carnes rojas y permiten degustar mejor la comida.

7.- Reduce riesgo de cáncer: El vino tinto ayuda a reducir el riego de cáncer de pulmón en los hombres, sobre todo si son fumadores. Además bloquea el crecimiento de las células responsables del cáncer de mama. Estas propiedades podrían deberse a que de nuevo nuestro amigo resveratrol frena los efectos del estrógeno, la hormona femenina por excelencia. Como curiosidad, la uva pinot noir es la que más concentración tiene de resveratrol. Aunque, doce de cada diez médicos afirman que la mejor forma de reducir la posibilidad de tener un cáncer de pulmón es dejar de fumar.

8.-Protege contra la diabetes: Se ha demostrado que ayuda a aumentar la función del páncreas y reduce el nivel de glucosa en la sangre. Esto le impide estar en riesgo de desarrollar diabetes durante cualquier etapa de la vida. 

8.- Aliado del corazón: Una copa al día en el caso de las mujeres o dos en el de los hombres (¡qué alegría ser hombre!), contribuyen a aumentar los niveles de colesterol bueno en la sangre y previenen las complicaciones cardiovasculares. Esto se debe al polifenol que está presente en el vino.

9.- Cuida de la próstata: Un estudio asegura que consumir siete vasos de vino tinto semanales después de cumplir los cuarenta años de edad, reduce en más de la mitad los diagnósticos de cáncer de próstata. Y digo yo... por una sencilla regla de tres si nos bebemos catorce se reducirá totalmente ¿no? ;-D

10.- Hábitos saludables: Los amantes del vino suelen comprar alimentos más sanos y tener una dieta más equilibrada que los consumidores habituales de cerveza. Consumen más aceitunas, frutas, verduras, quesos bajos en grasa, etc. Este punto es quizá el menos científico de todos puesto que hay de todo en la viña del Señor.

11.- Mejora el sueño: El vino tinto contienen grandes dosis de melatonina, la hormona reguladora del sueño que “señala” al organismo el momento adecuado para dormir mediante un aumento de sus niveles. Así que ya sabéis, una copita antes de dormir puede ser de gran ayuda. (Si os tomáis una botella entera también está garantizado el sueño).

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