domingo, 23 de marzo de 2014

Valonga - IGP Valle del Cinca (Huesca)

Bodegas Valonga está enclavada en Belver de Cinca, pueblo medieval templario de Aragón.
Antiguamente la finca era una encomienda templaria, siendo en la actualidad una empresa familiar que lleva en funcionamiento más de ochenta años y que no solo trabaja con los viñedos, sino que también lo hace con nueces, olivas, almendras, cereales.. todo ello de cosechas propias. 
Valonga Chardonnay
Las viñas se distribuyen en unas 87 hectáreas de terreno, que se eleva 300 metros por encima del nivel del mar. Unos terrenos arcillosos, poco profundos y con escasa materia orgánica, al que además se le une un clima seco. Todo ello contribuye a que el viñedo "sufra" y mantenga la calidad de su fruto.

Los vinos que se elaboran en Valonga lo hacen desde 2005 en la Indicación Geográfica Protegida (IGP) Valle del Cinca.

Gracias a la familia Ferrer, y concretamente a Teresa he podido probar cinco vinos de su colección, de los que voy a dar unos pequeños apuntes:

Blanco Chardonnay. Del viñedo llamado Campo Francés, con tan solo 4 hectáreas se obtiene una producción de unas 25.000 botellas.Un vino que ha macerado en frío a unos 10º C, después se ha procedido a un desfangado suave y una fermentación sobre sus lías durante 27 días. 
Color amarillo pajizo, con aromas a cítricos y a pña, recuerdos a tostados e incluso vegetales, a hierba recién cortada.
Un vino bueno en calidad precio ya que se encuentra en torno a los cinco euros.

Rosado. De las variedades tempranillo y cabernet se obtiene este vino que en su elaboración macera en frío durante unas 20 horas y luego fermenta a bajas temperaturas.
Tiene un espléndido color rojo fresa, brillante, limpio. Aromas a frutas rojas.
De nuevo un vino muy asequible: unos tres euros.

Vinos Valonga Catados

Busardo Syrah. El nombre de este vino lo recibe del ave rapaz más característica de la zona.
Los viñedos se encuentran en Campo La Libra, de tierras duras, agrestes, áridas y de ellos se obtienen una producción de 30.000 botellas.
Se obtienen las uvas seleccionadas, se despalillan y se depositan en tanques de acero donde maceran los hollejos.
Es un vino equilibrado que a mi modo de ver gana tras oxigenarse. Cuenta con tonos balsámicos propios de la variedad, matices tostados, especias.
Su precio ronda los cinco euros.
Busardo Selección


Busardo Selección. Coupage de garnacha, tempranillo y syrah. Macera en frío durante cinco días para posteriormente fermentar en depósitos de acero. Realiza fermentación maloláctica y el tiempo de permanencia en barrica es de seis meses.
Intenso, con aromas de frutos rojos y negros, ciruelas, herbáceo, vegetal, con mucha tanicidad pero elegante.
Se puede adquirir a partir de los siete euros.

Saso Alto. Garnacha y Syrah de viñedos de más de veinte años de los que se obtienen unas 9000 botellas. 
Uvas seleccionadas que fermentan en tanques de acero inoxidable. También se realiza fermentación maloláctica. El tiempo de crianza en barrica es de ocho meses.
En este vino podemos encontrar olores a frutos rojos y una  marcada mineralidad. Un vino con mucho cuerpo pero equilibrado.
Podemos encontrarlo por unos diez euros.
Saso Alto Valonga


Todos los vinos de Bodegas Valonga se pueden adquirir por internet a través de su página web y su tienda virtual. Además de poder visitar las instalaciones, con opciones de enoturismo para todos los públicos.



miércoles, 12 de marzo de 2014

Château Penin, corazón de Bordeaux

Recientemente he podido probar dos vinos de Château Penin -Vignobles Carteyron-, bodega francesa que como lema mantiene trabajar con respeto a la propia tierra y al medioambiente.
Una bodega que en sus inicios, hace ya casi dos siglos, combinó la producción de vinos con el mercado de fruta. No fue hasta finales del siglo XX cuando se decidieron únicamente a cultivar vid.
Cuentan con 40 hectáreas propias de viñedo,con  una producción de 270.000 botellas de las que exportan aproximadamente la mitad.
El terroir que tienen sus viñas es determinante. Grava procedente de río y arena roja que hace crecer a la vid en unas condiciones pobres.

Château Penin Grande Sélection
El primer vino que he podido probar es el Clairet, 100% Merlot.  Tras despalillar la uva se macera durante un periodo que oscila entre uno y cuatro días dependiendo de la añada. Una vez que el mosto ha adquirido color se retiran los hollejos de la uva. Se realiza una fermentación a quince grados que dura unos veinte días. Después solo el 25% del total hace una fermentación maloláctica.
Un vino suave, con acidez y frescura, ideal para ser consumido en el mismo año.



El segundo vino ha sido el Grande Sélection. Este vino procede de quince hectáreas de Merlot con viñas de más de 30 años. Se cría en barrica durante doce meses, estando los cinco primeros sobre sus lías.
Se trata de un vino con un color un tanto apagado, pero que sin embargo en boca recuerda a olores de tierra, marcada mineralidad a la par que suave. Un vino muy fino y elegante.




domingo, 9 de marzo de 2014

Microrrelato - Mensaje en una botella para mi suegra

Mensaje en una botella para mi suegra

“Estaba deleitándome con un vino de Navarra cuando sonó el teléfono. Me pasó el inalámbrico y me dijo: es mi madre. Dice que ha encontrado una botella con un mensaje tuyo… “.

Me quedé parado. Ella continuó hablando: “Dice que está fechado en 2043, hace cincuenta años”. Mi mente se quedó en blanco mientras cogía el teléfono. Sabía que ese era mi final. Ya me lo avisaron al nacer. Escondí mi fecha de caducidad en casa de mi suegra, en lo más profundo de su bodega, en aquella botella de vino. Pensé que quizás así nunca ocurriría, nadie la encontraría. Mi cuerpo comenzó a temblar. Me desvanecí. Al momento escuché  sonidos de ambulancia. Luces de hospital. Carreras por los pasillos de médicos y enfermeras. “Lo siento señora, ha sido un infarto, no podemos hacer nada” fue lo último que acerté a escuchar. Todo quedó quieto, inmóvil, negro. Una paz total inundó mi cuerpo. Era un todo en la nada. Duro poco. De nuevo sirenas de ambulancias. Enfermeras y médicos corriendo. Apareció un túnel de luz blanca típico de película de serie B. Largo. Húmedo. Viscoso. Intenté hablar pero no pude. Tiraron de mis piernas con fuerza sacándome de mi letargo. Me golpearon. Chillé. Lloré. “¡Enhorabuena señora!, ha sido un niño. Fecha de caducidad: 2093. Se lo dejamos por escrito”. Oí una voz hablar: “Gracias doctor, todo ha sido muy rápido, estaba deleitándome con un vino de Navarra cuando comenzó todo…”




Buenas tardes, lo que acabáis de leer es el microrrelato  con el que participo en el II Concurso de relato breve destinado a blogs y organizado por http://turismodevino.com/ con el patrocinio de vinos  D.O. Navarra.
Ya sé que no estáis acostumbrados a este tipo de entradas, pero me lo propusieron y casi se ha convertido durante estos días en un reto.
En las bases del concurso se decía que había que incluir textualmente el título y el primer párrafo propuesto por turismodevino en alguna parte del microrrelato, y que además no podía superar las 350 palabras (sin contar con ese párrafo). Como veis, he decidido incluirlo al inicio y mi aportación ha quedado reducida a 208 palabras.

He pretendido hacer un pequeño guiño desde mi humildad al gran novelista japonés Haruki Murakami.  Sus obras de ficción y surrealismo le han llevado a ser uno de los referentes de la llamada literatura posmoderna. Si no lo conocéis os los recomiendo. Concretamente, este microrrelato y el juego que realizo con pasado, presente y futuro, y con una existencia cíclica está inspirado en la novela 1Q84, primera obra que leí de este autor y que me apresó desde el principio.

Además he intentado (espero haberlo conseguido) hacer un microrrelato complejo, que incluso haya que leerlo dos veces para comprenderlo. 
No seáis muy duros conmigo, es mi primer microrrelato.

Saludos a todos y gracias a la página www.turismodevino.com por promover el consumo del vino con acciones tan culturales como esta.


sábado, 8 de marzo de 2014

Dcueva Dmonegros - El vino del desierto

Los Monegros engloba una zona aragonesa que se encuentra entre Zaragoza y Huesca. Cuenta con un clima semidesértico y una sequía prácticamente permanente.
Su nombre deriva de "Montes Negros", según algunas teorías en referencia a las piedras de ese color que existían en la zona, algo que ya aparece en obras medievales francesas.
Pese a que ahora es un desierto, en época de Felipe II parece que existía en la zona un gran sabinar, que fue talado para construir la (mal llamada) Armada Invencible. Aunque esto no es un hecho probado, puesto que además no era la madera que se empleaba para construir las naves, hay otra teoría que afirma que se llamaba monte negro por la frondosidad de su vegetación.

Logo Dcueva

Pues bien, en este terreno tan desfavorable para la agricultura nacen los vinos Dcueva Dmonegros. En unas tierras en las que las vides fueron abandonadas hace ya medio siglo, Fernando Mir se ha propuesto devolver a la vida a los vinos de esta tierra.
De sus menos de 4 hectáreas de viñedo situadas en la localidad de Lanaja (Huesca) salen dos vinos, un blanco y un tinto, de marcada calidad y en los que se nota no solo la apuesta decidida por sacar adelante este proyecto sino también el amor y la elaboración casi artesanal que lleva a cabo este emprendedor, vitivinicultor, enólogo, comercial, community manager, publicista, etc.. junto a su familia. Él lo hace todo: poda, abonado, recogida, incluso el embotellado y encorchado los hace botella por botella personalmente,

Las viñas tienen más de medio siglo y están plantadas "en vaso" para defenderse del fuerte viento que azota esta zona conocido como cierzo y de las bajas temperaturas que hay por las noches.
Una elaboración que mima las cepas, con recogida manual, abonos orgánicos, sin filtrados, y sin ningún tipo de riego, que dan un vino natural.

Por un lado tenemos el tinto llamado comercialmente SED, mitad garnacha y el resto mazuela y syrah en diferente proporción. Un vino con una pequeña producción (6138 botellas), que permite a su autor tener un control total sobre él.
El vino se mantiene en crianza en barrica de roble americano durante siete meses.
Mucho cuerpo, mucha estructura, con un  grado alcohólico alto (14,5 º) que contribuye a darle esa fuerza y complejidad de la que hace gala.

Nada que envidiar a otros muchos vinos con "marca".

Etiqueta SED


Por otra parte el blanco llamado DUNA. Con una producción mucho más limitada que no llega a las 2000 unidades, encontramos un vino sorprendente elaborado con las variedades Garnacha Blanca en mayor proporción y Alcañón.
Buen aroma frutal, con cítricos y manzanas. Acidez muy bien compensada y un ligero amargor en el postgusto que no desagrada.
Lo cierto es que me ha sorprendido gratamente este vino blanco.


Duna Blanco


Sin duda, constancia, trabajo y buen producto es la fórmula mágica de esta bodega.

Nos encontramos ante una bodega transparente, con ganas de mostrar su proyecto a las personas interesadas en él, y volcada de lleno en el enoturismo, por lo que se pueden realizar visitas los fines de semana.
Podéis contactar con la bodega en el email: bodega@dcueva.com o ver toda su información en la página web del mismo nombre: www.dcueva.com

Editado:
Tras escribir este post he movilizado a la familia y he llamado a Fernando Mir, quien como siempre estaba en su Bodega. Nos ha enseñado las instalaciones y nos ha explicado de primera mano como elabora sus vinos.
Una mañana muy fructífera.


domingo, 2 de marzo de 2014

Vinos biodinámicos y esoterismo

En pleno Siglo XXI cualquier cosa que suene a novedad puede triunfar. Vivimos en la época de lo "hipster", de lo "fashion", de lo "cool" , y en cuanto al mundo del vino en la moda de los "wine-bar", de lo ecológico, y ahora también de lo biodinámico.
Y podemos tener muchas preguntas en la cabeza: ¿Qué es un vino ecológico? ¿Qué es un vino biodinámico? y sobre todo... ¿qué diferencia hay entre ellos?

Ciclos lunares en la planta
Pues aunque parezca una nueva moda, el concepto de vino biodinámico surgió en 1924, y su promotor fue un señor austriaco llamado Rudolf Steiner. Se cuenta que un grupo de agricultores se puso en contacto con este erudito por su preocupación por la mala calidad que estaban obteniendo en sus cosechas.
Steiner achacaba esta falta de calidad a los componentes químicos que se empleaban en los campos, pero añadió otro factor muy importante: las carencias espirituales en los campos.
Sus seguidores, además de emplear al cien por cien sustancias naturales en sus plantaciones incorporan a su manera de trabajar un calendario astronómico que marca el momento de plantar, de cosechar, etc.

Hay que entender que para las personas que deciden practicar este tipo de agricultura no solo se trata de un método de trabajo, sino también de un estilo de vida, donde tierra, trabajo y naturaleza forman un uno y un todo.

Se usan técnicas para preparar el suelo del viñedo fomentando que existan gran cantidad de microorganismos y materia orgánica en él. Para ello se emplean los llamados "preparados biodinámicos", que pueden ser tan curiosos como emplear cuarzo molido enterrado para evitar las enfermedades provocadas por las lluvias, manzanilla o diente de león para la fabricación de abonos,  o incluso un cuerno de vaca relleno de abono que se entierra en septiembre y se desentierra en el solsticio de primavera que en teoría ayuda a obtener bacterias en la tierra.

"Preparado 500" - Cuerno de vaca relleno de abono
Si hablamos del calendario biodinámico no deja de ser tampoco interesante. Todo gira en relación a las fases lunares, algo que no resulta tan descabellado si tenemos en cuenta que civilizaciones como la azteca ya veían en ella a la Diosa de la tierra, o el efecto que tiene la misma en las mareas, etc.
Existen diferentes días que deben coincidir con la posición de la luna en determinadas constelaciones, tomando gran importancia aquí el zodiaco:

- En el "Día Fruto" la luna está en constelaciones de fuego (Aries, Leo o Sagitario) y se potencia la elaboración de los frutos de las plantas.
- El "Día Raíz" se caracteriza por corresponder a constelaciones de tierra, otorgando a la planta mayor vigorosidad en las raíces y aportando mineralidad.
- El "Día Flor" corresponde a constelaciones de aire (Géminis, Libra o Acuario) y las protagonistas son las flores.
- En el "Día Hoja" la luna se encuentra en una constelación de agua y cobran protagonismo las hojas.

Calendario de cata biodinámico

En cuanto a la propia bodega, también se deben cumplir una serie de requisitos si se desea obtener el máximo beneficio de esta peculiar forma de elaboración.
Entre otras cosas, todo debe realizarse con formas redondas que simbolizan la continuidad y el infinito, evitando las esquinas que representan el final de dos partes.
También debe existir paja y hierba en el exterior de la bodega. De esta forma absorberán las energías del sol durante todo el día y la liberarán durante la noche por todo el lugar. 

Por todo ello, como vemos, la agricultura biodinámica va un paso más allá de la ecológica, añadiendo un componente esotérico, energético, donde los ritmos y las fuerzas cósmicas se entrelazan con las vides, que dejan de ser simples plantas para convertirse en seres vivos conectados a la tierra, al hombre y al universo.

Desde luego no podemos hablar de una mayoría en el caso de las bodegas que practican este tipo de agricultura, pero seguro que cerca de vuestras localidades tenéis algún que otro ejemplo.
En Aragón contamos con las Bodegas El Grillo y la Luna (D.O. Somontano) practicando esta filosofía de trabajo.   Desconozco de primera mano si siguen al pie de la letra todo lo descrito con anterioridad, pero sí me consta que sus vinos están elaborados con un concepto biodinámico, manteniendo un equilibrio entre tierra y energía, empleando elementos totalmente naturales, y realizando tareas como los trasegados o embotellados en días de luna llena, que las presiones son más altas y los vinos tienen mayor estabilidad.
Sus vinos: 12 lunas blanco, 12 lunas tinto, El Grillo... 
Su tweeter: @GrilloLuna


Como en todo en este mundo hay seguidores y detractores de esta agricultura, podrá ser más cierto o menos cierto (como tantas cosas) pero desde luego no hay nada de malo en la forma de elaboración de estos vinos,así que tras escribir este artículo... ¡¡solo estoy pensando en probarlos!!



sábado, 1 de marzo de 2014

Los "posos" del vino

Ayer le regalé una botella de vino a un amigo, concretamente un Marqués de Tosos Reserva, D.O. Cariñena. Cuando la abrió por la noche y sirvió las últimas copas me puso un whatsapp: “¡Este vino tiene posos!”. Yo me reí y le contesté que no pasaba nada, pero para que él se quede más tranquilo aprovecho y escribo esta entrada, que seguro le será de ayuda o utilidad a más de uno:


Los “posos” que en ocasiones encontramos en el fondo de alguna botella pueden ser de varios tipos:

- Bitartratos, que son sedimentos que están provocados por los cambios físico-químicos del ácido tartárico que se encuentra en la propia uva. Pero también tienen potasio y calcio y  forman sales con aspecto de pequeños cristales, como si fueran pequeños granos de azúcar pero con sabor ácido. Se precipitan por el frío y el alcohol.

-Precipitados de la materia colorante, que se suele dar en vinos con unos cuantos años. Las moléculas tienden a soldarse unas con otras haciéndose cada vez más grandes y pesadas. Por esta razón se precipitan y caen al fondo. Tienen aspecto de copos pastosos y  son partes sólidas de la uva (levaduras muertas y asociaciones  de taninos y antocianos).

Precipitados en una copa vacía
- Los “sulfitos”, que provienen de la solidificación del “anhídrido sulfuroso”. Gracias a él se consigue que el vino no se oxide. Además, impide que se desarrollen microorganismos que por ejemplo podrían avinagrar el vino. Los sulfitos se emplean en muchísimos productos de alimentación y las dosis están marcadas por normativa europea.

Etiqueta de una botella de vino
Los precipitados suelen darse en vinos que no reciben tratamientos de estabilización, filtrado ni clarificado. Además, en algunos vinos de gran calidad se intentan evitar estos tratamientos para darle a la elaboración un carácter más tradicional y artesano, ya que esta formación de sedimentos  es un fenómeno natural en los vinos, por lo que si posee este tipo de “posos”  es sin duda señal de que estamos bebiendo un buen caldo.
Cuanto más se filtre un vino, menos estructura tendrá, por lo que un vino sin filtrar, que deposita bitartratos tendrá más matices, aunque no por ello será mejor que otro con menos posos, pero sí mejor que el mismo más filtrado. 

Pueden resultar molestos, pero a no ser que movamos o agitemos la botella (cosa que no debemos hacer) no vamos a encontrarlos suspendidos en el vino, puesto que su peso los hace descender al fondo.
Generalmente no dan olores extraños, ni provocan refermentaciones, u otro tipo de alteraciones por las que podamos decir que ese vino se encuentra en mal estado.

Aunque también puede darse el caso de encontrar “posos” en suspensión que antes no estuvieran y que se han podido generar con subidas de temperaturas. Se observan siempre en la botella, sea cual sea su estado y reposo. Pueden ser levaduras en suspensión, u otras sustancias que estén provocadas por una falta de estabilización del vino, por un mal sulfitado, por frío, etc.  En este caso las levaduras pueden provocar refermentaciones si el vino tiene un azúcar residual muy alto y echar a peder el vino.

Si encontráis alguna botella con “posos”, lo más sencillo es decantarlo. Además, hay que tratar con cuidado la botella, sin moverla. En caso de que haya estado en posición de reposo, podemos dejarla de  pie unas horas antes de servirla para que los sólidos se encuentren en el fondo. Una vez descorchada se debe decantar lentamente hasta que el vino salga turbio, dejando los posos en la botella.

En Portugal los posos del vino Oporto Vintage es costumbre untarlos en pan con un poco de mantequilla. Aquí en España, también podemos encontrar restaurantes en los que  "decoran" algunos platos con ellos.

Plato con "posos" de vino