Quizás al leer el título de la entrada has podido pensar que iba a contar algo sobre algún vino con un color particular, pero en este caso se trata de unas botellas que trascienden mucho más allá de una bebida...
“El vino como vehículo para la sensibilización, el compromiso y la implicación social.
El vino es diversión, gastronomía, cultura, amor, fiesta, celebración, sensualidad, pero también puede contener transformación social, activismo y ciudadanía, lo personal siempre es político.
¿Quién podía imaginar que el vino de tu mesa, iba a cambiar la vida de las mujeres?”
Así se expresan en su página web las Mujeres Supervivientes de Violencias de Género, una "Hermandad" de mujeres que se dedican a ayudar de la mejor forma posible a aquellas que lo están pasando mal por algo que es más propio en la sociedad de la Edad Media que del siglo XXI.
Uno de sus proyectos de este año ha sido el lanzamiento de Le Vin Violette, un vino tinto elaborado con Cabernet Franc procedente de viñas situadas en la Sierra Norte de Sevilla que se cultivan respetando el entorno, siguiendo incluso algunos de los principios de agricultura biodinámica. De esta variedad de uva se dice que es una de las más femeninas, resultando de ella vinos con carácter suave, con buena tanicidad, y aromas a violetas, de ahí parte de su nombre.
Tal y como explica la presidenta de la Asociación Antonia Ávalos "en Mujeres Supervivientes compartimos la firme creencia de que el vino, ademas de ser símbolo de gastronomía, cultura, amor, celebración, sensualidad y un largo etcétera, también puede ser vehículo para la sensibilización, el compromiso, el activismo y la transformación social", "Con la compra de cada botella estaremos contribuyendo a la sostenibilidad de un proyecto social que implica la transformación y el cambio en la vida de las mujeres, el empoderamiento de éstas y la eliminación de la violencia. Es un vino lleno de ilusión, de proyectos, un vino lleno de vidas, de todas las vidas de las mujeres. De todas".
El nombre hace honor en parte, explican, a Violette Leduc, gran escritora francesa menos conocida. Fue una de las impulsoras del avance sociológico en materia sexual gracias a sus novelas, como por ejemplo "Ravages" que incluso fue censurada en varios pasajes.
Lo malo de este vino es que es complicado llegar a probarlo, se destina en su mayor parte a la hostelería y tiene una producción bastante limitada.
Lo bueno: todo lo demás.
Tal y como explica la presidenta de la Asociación Antonia Ávalos "en Mujeres Supervivientes compartimos la firme creencia de que el vino, ademas de ser símbolo de gastronomía, cultura, amor, celebración, sensualidad y un largo etcétera, también puede ser vehículo para la sensibilización, el compromiso, el activismo y la transformación social", "Con la compra de cada botella estaremos contribuyendo a la sostenibilidad de un proyecto social que implica la transformación y el cambio en la vida de las mujeres, el empoderamiento de éstas y la eliminación de la violencia. Es un vino lleno de ilusión, de proyectos, un vino lleno de vidas, de todas las vidas de las mujeres. De todas".
El nombre hace honor en parte, explican, a Violette Leduc, gran escritora francesa menos conocida. Fue una de las impulsoras del avance sociológico en materia sexual gracias a sus novelas, como por ejemplo "Ravages" que incluso fue censurada en varios pasajes.
Lo malo de este vino es que es complicado llegar a probarlo, se destina en su mayor parte a la hostelería y tiene una producción bastante limitada.
Lo bueno: todo lo demás.
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