Los Monegros engloba una zona aragonesa que se encuentra entre Zaragoza y Huesca. Cuenta con un clima semidesértico y una sequía prácticamente permanente.
Su nombre deriva de "Montes Negros", según algunas teorías en referencia a las piedras de ese color que existían en la zona, algo que ya aparece en obras medievales francesas.
Pese a que ahora es un desierto, en época de Felipe II parece que existía en la zona un gran sabinar, que fue talado para construir la (mal llamada) Armada Invencible. Aunque esto no es un hecho probado, puesto que además no era la madera que se empleaba para construir las naves, hay otra teoría que afirma que se llamaba monte negro por la frondosidad de su vegetación.
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Pues bien, en este terreno tan desfavorable para la agricultura nacen los vinos Dcueva Dmonegros. En unas tierras en las que las vides fueron abandonadas hace ya medio siglo, Fernando Mir se ha propuesto devolver a la vida a los vinos de esta tierra.
De sus menos de 4 hectáreas de viñedo situadas en la localidad de Lanaja (Huesca) salen dos vinos, un blanco y un tinto, de marcada calidad y en los que se nota no solo la apuesta decidida por sacar adelante este proyecto sino también el amor y la elaboración casi artesanal que lleva a cabo este emprendedor, vitivinicultor, enólogo, comercial, community manager, publicista, etc.. junto a su familia. Él lo hace todo: poda, abonado, recogida, incluso el embotellado y encorchado los hace botella por botella personalmente,
Las viñas tienen más de medio siglo y están plantadas "en vaso" para defenderse del fuerte viento que azota esta zona conocido como cierzo y de las bajas temperaturas que hay por las noches.
Una elaboración que mima las cepas, con recogida manual, abonos orgánicos, sin filtrados, y sin ningún tipo de riego, que dan un vino natural.
Por un lado tenemos el tinto llamado comercialmente SED, mitad garnacha y el resto mazuela y syrah en diferente proporción. Un vino con una pequeña producción (6138 botellas), que permite a su autor tener un control total sobre él.
El vino se mantiene en crianza en barrica de roble americano durante siete meses.
Mucho cuerpo, mucha estructura, con un grado alcohólico alto (14,5 º) que contribuye a darle esa fuerza y complejidad de la que hace gala.
Nada que envidiar a otros muchos vinos con "marca".
Nada que envidiar a otros muchos vinos con "marca".
Etiqueta SED |
Por otra parte el blanco llamado DUNA. Con una producción mucho más limitada que no llega a las 2000 unidades, encontramos un vino sorprendente elaborado con las variedades Garnacha Blanca en mayor proporción y Alcañón.
Buen aroma frutal, con cítricos y manzanas. Acidez muy bien compensada y un ligero amargor en el postgusto que no desagrada.
Sin duda, constancia, trabajo y buen producto es la fórmula mágica de esta bodega.
Nos encontramos ante una bodega transparente, con ganas de mostrar su proyecto a las personas interesadas en él, y volcada de lleno en el enoturismo, por lo que se pueden realizar visitas los fines de semana.
Podéis contactar con la bodega en el email: bodega@dcueva.com o ver toda su información en la página web del mismo nombre: www.dcueva.com
Editado:
Tras escribir este post he movilizado a la familia y he llamado a Fernando Mir, quien como siempre estaba en su Bodega. Nos ha enseñado las instalaciones y nos ha explicado de primera mano como elabora sus vinos.
Una mañana muy fructífera.
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Tras escribir este post he movilizado a la familia y he llamado a Fernando Mir, quien como siempre estaba en su Bodega. Nos ha enseñado las instalaciones y nos ha explicado de primera mano como elabora sus vinos.
Una mañana muy fructífera.
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